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Empezando a usar el GIMP

Colorear una imagen en blanco y negro

Copyright © 2005, 2006 Daniel Martínez. Se otorga permiso para copiar, distribuir y/o modificar el texto (sólo el texto) de este documento bajo los términos de la Licencia de Documentación Libre GNU, Versión 1.2 o cualquier otra versión posterior publicada por la Free Software Foundation; sin Secciones Invariantes, sin Cubierta Frontal, y sin Cubierta Posterior. Se puede obtener una copia de la licencia de gnu.org, también traducida al castellano, y comentada en la Wikipedia.

Partiendo de una imagen en blanco y negro, vamos a obtener una en color. Ésta es la imagen de inicio, y el resultado final:

blanco y negro ==> Color

Empezamos por lo básico: abrir la imagen. Ejecutamos el GIMP, y en el menú Archivo, elegimos Abrir; o si lo preferimos, pulsamos Ctrl+O. Esto abrirá el menú en el que deberemos elegir la imagen a manipular:

Abrir imagen

Como siempre, también podíamos haber abierto la imagen arrastrando el archivo hasta la paleta de herramientas del GIMP.

Una vez abierta la imagen, procederemos a recortar los distintos elementos de la imagen, pegar cada uno de ellos en una capa independiente, y colorearlos por separado. Separarlos en distintas capas no es imprescindible, pero sí recomendable, ya que de esa manera facilitaremos la posibilidad de realizar cambios sobre un elemento concreto de la imagen si más adelante nos damos cuenta de que el color elegido no es el adecuado.

En esta imagen tenemos cuatro elementos principales: los ojos, los labios, el pelo, y la piel. Vamos a empezar por recortar los labios. Lo más delicado de este paso es la selección de la zona de la imagen, que debe ser lo más exacta posible, y para ello debemos utilizar la herramienta de selección idónea. En este caso el lazo nos vendrá bien.

Lazo

Para que la tarea sea más fácil, vamos a aumentar el zoom de la imagen, bien usando la lupa, bien desplegando el menú que aparece en la parte inferior de la imagen, o bien girando la ruedecilla de nuestro ratón mientras mantenemos pulsada la tecla mayúscula del teclado. Una vez ampliada la imagen, procederemos a seleccionar el contorno de los labios, pinchando en un extremo de los mismos, y sin soltar el botón del ratón, arrastrando el puntero por todo el contorno de la imagen.

Seleccionar labios

No es necesario que hagamos una selección perfecta a la primera, ya que siempre podremos añadir a nuestra selección aquello que falte manteniendo pulsada la tecla MAYÚSCULA mientras volvemos a seleccionar lo que falta, y también podremos dejar fuera de la selección del mismo modo aquello que hemos seleccionado sin querer, pero esta vez pulsando la tecla CONTROL a la vez que rodeamos con el lazo aquellos detalles que no queremos seleccionar.

Una vez que hayamos hecho la selección, deberemos copiarla y pegarla en una nueva capa. Para ello accedemos al menú Editar --> Copiar (Ctrl+C), después iremos a Editar --> Pegar en, y para que el elemento que acabamos de pegar se ubique en una nueva capa, entraremos en Capa --> Capa nueva. Obtendríamos el mismo resultado si antes de pegar lo copiado hubiéramos creado una nueva capa vacía, en este caso el orden de los sumandos no altera la suma.

Menú de capas

Ahora, con los labios pegados en una nueva capa (a la que pondremos como nombre labios para manipular las capas con mayor claridad), la seleccionamos, y procederemos a colorearla. Dentro del menú Herramientas --> Herramientas de color encontramos varios modos de colorear la imagen, pero nosotros vamos a elegir uno en concreto, que nos dará un buen resultado sin necesidad de complicarnos la vida. Abre Herramientas --> Herramientas de color --> Colorizar. Esta herramienta nos permitirá determinar tres factores: el tono, la saturación, y la luminosidad. Moviendo de un lado a otro la barra del Tono, podremos comprobar que se mueve a través de toda la gama de colores: rojo, naranja, amarillo, verde, azul, violeta, y de nuevo rojo. Mediante la barra de la Saturación controlaremos la intensidad del color, y mediante la barra de Luminosidad determinaremos la claridad del mismo. Vamos a darle un tono rojo (un clásico que nunca pierde vigencia) un tanto oscuro, no demasiado brillante. Los valores que he elegido son Tono 9, Saturación 25, Luminosidad 36. De todos modos, siempre puedes experimentar, y ponerle (por ejemplo) un sensual tono violeta con Tono 285, Saturación 36, Luminosidad 49.

Colorear

A continuación seguimos con los ojos de la foto. En el menú de capas seleccionamos como capa activa la capa de fondo para trabajar sobre ella, y elegimos nuestra herramienta de selección favorita. En esta ocasión podríamos volver a usar el lazo, pero sólo por variar, que si no es muy aburrido, vamos a probar con otra herramienta, la de selección de regiones elípticas (la segunda de la paleta de herramientas), ya que lo que vamos a seleccionar tiene forma redonda.

Seleccionar ojos

Una vez hecha la selección, repetimos lo que habíamos hecho antes con los labios, para tener también los ojos en una capa aparte: accedemos al menú Editar --> Copiar (Ctrl+C), después vamos a Editar --> Pegar en, y después a Capa --> Capa nueva. Volvemos a entrar a Herramientas --> Herramientas de color --> Colorizar, y movemos los niveles de Tono, Saturación y Luminosidad para conseguir un color vistoso y (a ser posible) realista. En el ejemplo hemos usado los siguientes valores: Tono 40, Saturación 53, Luminosidad 2.

Ahora vamos a seleccionar el pelo, y para ello usaremos de nuevo el lazo, pero esta vez con una particularidad: la selección con bordes difuminados. Cuando debemos seleccionar un elemento cuyos bordes no están muy definidos porque bordea de manera irregular con otro elemento (en este caso, con la piel de la cara), la opción de bordes difuminados creará una selección menos definida, evitando un efecto demasiado artificial en el resultado.

Selección difuminada

Una vez recortado el pelo, hacemos lo mismo que hemos hecho en las anteriores ocasiones: copiamos, pegamos, y creamos una nueva capa. Y después, coloreamos mediante Herramientas --> Herramientas de color --> Colorizar. Vamos a elegir un tono levemente rojizo para que conjunte con el color de los labios, utilizando los siguientes valores: Tono 0, Saturación 25, Luminosidad 20.

El siguiente puede ser el paso más fácil, pero también el más importante para que la imagen quede bien: colorear la piel. ¿Y por qué digo que es el paso más fácil? Porque después de haber coloreado el resto de las partes de la foto, no necesitaremos recortar la piel, nos bastará con colorear por completo la capa de fondo, que no tapará los elementos que hemos coloreado previamente, ya que se encuentran en capas superiores.

Pero antes de eso vamos a salvaguardar un elemento de la foto que vamos a mantener con su color original, sin colorear: el blanco de los ojos. Lo seleccionamos con la herramienta que más rabia nos dé, lo copiamos, y lo pegamos en una nueva capa. El problema es que un blanco tan diáfano va a quedar poco realista en nuestra imagen, así que accedemos a Herramientas --> Herramientas de color --> Brillo Contraste, y reducimos sensiblemente el brillo. Además, en el menú de capas, reducimos notablemente la opacidad de la capa. Yo la he reducido al 40%.

Ahora ya podemos volver a la capa de fondo, la cual colorearemos por completo para darle un tono similar a la piel. Los valores que hemos elegido para la piel son los siguientes: Tono 19, Saturación 28, Luminosidad 31. Guardamos la imagen, aceptamos cuando nos pregunte si queremos aplanar la imagen y combinar las capas, y obtendremos el resultado que puedes ver a la derecha:

El resultado no es el mejor, siempre se puede mejorar el recorte de los elementos, y por supuesto, el color de cada uno de ellos, para acomodarlo a nuestros gustos. Además, hay elementos que no hemos tratado de manera independiente, como por ejemplo las cejas. Pero todo depende de las ganas que tengas de complicarte las cosas para obtener un resultado ligeramente superior. En todo caso, el procedimiento básico ya lo conoces, a partir de ahí pulir la técnica y encontrar trucos es cosa tuya.

Imagen coloreada

Por ejemplo, puedes intentar corregir las imperfecciones de la piel de esta hermosa modelo y darle expresividad de la siguiente manera: partiendo de la disposición de las capas que hemos obtenido antes de combinarlas, podrías duplicar la capa inferior (la que contiene la piel), y aplicar desenfoque gaussiano en la nueva capa creada (yo he aplicado un radio de desenfoque de 19px). Estableces como modo de mezcla Solapar, reduces la opacidad de la capa (por ejemplo) al 60%, y podrás comprobar cómo la piel de esta diosa de la belleza se muestra más lisa y con más vigor. Repite la misma operación con la capa de los labios para obtener un resultado equilibrado.

Resultado final

Aquí tenéis el archivo XCF, por si queréis experimentar.

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